Gente necesitada por todas partes
Miles de personas se encuentran necesitadas a causa de las dos tormentas tropicales que causaron gran destrucción en Honduras en Noviembre.
“Nuestra” familia de Ticamaya, a la que hemos estado apoyando por años, también lo perdió todo. Las corrientes de agua barrieron completamente con su choza de barro. Unicamente pudieron salvar a sus animales. Aunque había una pensión en su aldea, no les permitían llevar animales con ellos (cerdos, gatos, perros y un mapache). Construyeron una casa temporal hecha de bolsas plásticas en propiedad ajena.
Roxana y Ana, hermanas de otros cinco niños, tuvieron un serio accidente de tráfico una noche con su motocicleta. Sufrieron graves lesiones y tuvieron que ir al hospital público. Su mamá las acompañó y tuvieron que dejar a su hermana menor, Rixi, de trece años, sola con los otros cinco niños en el terreno.
Al enterarnos de esto, inmediatamente los trajimos a ella y a los niños a nuestro hogar. Cuando sus hermanas fueron dadas de alta del hospital, también las acogimos. Después de que les proporcionaron tratamiento médico inicial, ambas fueron dadas de alta demasiado pronto a pesar de sus serias lesiones. Bajo las actuales circunstancias, ellas corrían un alto riesgo de que sus heridas abiertas se pudieran infectar inmediatamente. Adicionalmente, la familia no cuenta con los fondos necesarios para poder pagar por la asistencia médica que ellas necesitaban.
La familia permaneció con nosotros por más de un mes. Nuestros niños apodaron a los niños mas pequeños de la familia “Tarzanes” porque les encanta correr por la casa desnudos y descalzos. Era a lo que estaban acostumbrados y no sabían hacer otra cosa.
Roxana perdió algunos dientes en el accidente. Nuestra fundación pagó por sus dientes postizos y ahora ella puede volver a sonreír tres meses después de la tragedia.
Una graduación que casi pasa desapercibida
Todo el país estaba atareado con la emergencia del huracán. Debido a esto, la mayoría de la gente ni siquiera cayó en cuenta de que este año escolar tan distinto por ser “en línea,” estaba llegando a su fin. En ese momento eso tampoco le importaba a la mayoría de la gente.
El Ministerio de Educación permitió que todos los niños de las areas inundadas del país pasaran al siguiente grado. Por supuesto los niños están muy contentos por esto. Desgraciadamente, no realizan lo serio que es el daño que sufrirán a la larga por la falta de conocimientos adquiridos.
A principios de Diciembre, se llevó a cabo en línea la ceremonia de graduación de secundaria de nuestras tres estudiantes, Lency, Jennifer y Yeslin. Ya de por si esto era muy raro; nadie sentía que hubiera habido una verdadera celebración. Sin embargo, no queríamos dejar de marcar tan especial ocasión. Por lo tanto, invitamos a las tres graduadas a una cena especial en el bello Hotel Copantl. Cuando se les permitió salir de nuestra sede por primera vez después de nueve meses de “cautiverio” ellas cayeron en cuenta que esta era “su” celebración y que ellas habian logrado triunfar en una etapa importante de sus vidas.
Este año escolar “online” fue un gran reto para todos nosotros. Pero a fin de cuentas, todos los niños se sienten satisfechos de sus buenas notas finales. El promedio de calificaciones obtenido por nuestros niños fue del 91%, el cual es excepcionalmente alto. Afortunadamente, los niños se pudieron adaptar a esta nueva forma de estudiar y fuimos muy afortunados de poder asegurar que sus estudios continuasen a través de todo el año escolar.
Nuevos Niños
Poco tiempo antes de la Navidad, acogimos a 3 nuevas niñas. Primero vino Lia, de 15 meses de edad. Su madre proviene de la Mosquitia, una región fronteriza con Nicaragua situada en el area Este de Honduras. Ella tiene los lindos rizos (colochos) característicos de las personas de esa área y únicamente entiende Miskitic. Ella fue amorosamente recibida por los otros niños de la Sala Cuna.
Luego, el 23 de Diciembre, Johana, de quince años de edad se unió a nuestra famila. Esa noche cuando le pregunté cual era su deseo navideño, me contestó que ella deseaba que su hija, Ana, de dos años de edad también pudiera venir a vivir con nosotros. Ella habia sido colocada en otro hogar infantil. Afortunadamente, pudimos concederle su deseo y desde entonces las dos han podido nuevamente estar juntas como madre e hija.
Navidad y Año Nuevo
En Honduras es tradicional estrenar ropa nueva para la Nochebuena y el 31 de Diciembre para recibir el año nuevo. Gracias a la donación de ropa de Greta Hofmann y la fábrica de ropa de exportación, “Southware,” nuestros niños nuevamente pudieron estrenar ropa nueva este año.
Conversamos también si verdaderamente deseábamos celebrar la Navidad cuando miles de personas aún tienen que seguir viviendo en las calles y sin dinero. Yo les dije que desgraciadamente no podemos cambiar el mundo entero y que no nos es posible ayudar a todos los necesitados. Sin embargo, decidimos hacer algo por nuestra parte y hacer un pequeño regalo a algunas familias necesitadas. Empacamos 650 canastas Navideñas, cada una conteniendo aproximadamente 40 libras de víveres y articulos domésticos indispensables y los repartimos en las areas de las inundaciones. Vea el video hacienda click a continuación. video of the gift baskets.
En el hogar de niños, las cocineras prepararon una rica cena Navideña. Despues de la comida, realizamos un cuchumbo o “Santa Claus Secreto” durante el cual cada niño tuvo la oportunidad de escoger un regalo Navideño del estante de los regalos en el orden en que habían sacado un número antes de la comida. A la medianoche celebramos el Nacimiento de Jesús y luego poco a poco nos fuimos yendo a dormir.
La noche de fin de año, se hace un Mongolo, un tipo de espantapájaros. Dentro de este se colocan notas detallando malas experiencias, pensamientos y preocupaciones del año anterior y se llena de cohetes. La noche del 31 de Diciembre, estos se prenden y todas las malas cosas se queman, y se disipan con el humo y el gran clamor de los cohetes reventándose. Después de comer el plato principal, le prendimos fuego al Mongolo y quemamos todas las malas cosas del año pasado. A continuación, todos escribieron sus metas anuales para el 2021 para poder comenzar el nuevo año llenos de esperanza, seguridad en sí mismos y pensamientos positivos.
La falsa alarma…
Por ultimo, quisiera contarles una historia algo aterradora pero en retrospectiva también divertida. Un Sábado por la tarde empezaron a circular rumores de que la represa de El Cajón se había averiado. Esto fue también reportado por dos estaciones de televisión. Llamé a COPECO a preguntar si era verdaderamente cierto. Ellos me lo confirmaron, lo cual significaba que teníamos que evacuar el hogar de niños ya que este se encuentra en el area de riesgo. Todos los niños agarraron su bolsa de emergencia con sus pertenencias más importantes, las cuales siempre desde que ocurrieron los huracanes hemos mantenido a la mano, y nos subimos al bus. Algunos llevaban sus biblias y otros sus fotos. Cada uno de ello llevaba las cosas que le eran más importantes. Estábamos ya subidos al bus, cuando repentinamente escuché un miauuu salir de una de las bolsas de José…. Para José, nuestro gato era tan importante que lo empacó en su bolsa también…. Cuando ya todos estábamos sentados en el bus, debido a toda la conmoción no podíamos encontrar la llave del bus. Geovanni se la había metido al bolsillo del pantalón y luego se olvido de haberlo hecho. Una vez que la llave fue encontrada, no podíamos arrancar porque no podíamos abrir el portón. El guardia estaba tan nervioso, que había perdido la llave del portón de la entrada. Tuvimos que cortar el candado con una sierra. Entretanto, las cocineras cayeron en cuenta que se les había olvidado apagar la estufa de gas. Cuando corrimos a la cocina, vimos que los abanicos estaban encendidos en todo el hogar…. El hogar de niños estaba en completo caos, la mayoria de niños y personal estaban llorando. Fue en ese mismo momento en que yo personalmente realicé que todo lo que yo había podido crear aquí, en Honduras,incluyendo las muchas horas de trabajo en la oficina, todos los papeles, los documentos y mi vida de los últimos 14 años en general podría ser destruída….
Afuera, en las calles el caos era aún peor. Las calles estaban congestionadas con carros, autobuses y personas a caballo. Todos querían salir huyendo pero nada se movía. En tres horas, pudimos avanzar un kilómetro….
Afortunadamente, fue “solo” una falsa alarma y pudimos regresar a casa después de algunas horas. Esto nos hizo ver que ni nosotros como hogar de niños, ni el resto de la ciudad estábamos preparados para una evacuación… A fin de cuentas, lo único que pudimos lograr fue crear un inmenso caos y nada más. No queremos ni imaginarnos lo que hubiese ocurrido si no se hubiera tratado de una falsa alarma….
Con toda la tensión y ansiedad, esta fue la primera vez en que los niños voluntariamente se fueron a dormir sin cenar. La experiencia definitavemente causó muchas nauseas en el estómago de todos, ya que el shock de esa noche permanecía aún en nuestros cuerpos…